La host es encantadora y la comida casera deliciosa.

La estancia fue maravillosa. La habitación tenía una terraza con vistas espectaculares, perfecta para disfrutar del entorno. La limpieza era impecable y el ambiente acogedor te hacía sentir como en casa. Ana, la anfitriona, ofrece un trato cercano y amable, y la cena fue excepcional con platos locales muy sabrosos, ideal para desconectar.

La iluminación en la habitación para leer podría mejorar, especialmente en la cama.

No te pierdas las exquisitas natillas de Ana. son un verdadero must. Además, la terraza de las habitaciones ofrece vistas impresionantes, ideal para disfrutar del entorno.

El lugar era inmaculado y la atención, excepcional. Ana cocinó un desayuno increíble que disfrutamos mucho. La posibilidad de aparcar nuestras motos de forma segura fue un gran plus. Nos sentimos muy bienvenidas y cómodas durante nuestra estancia.

La señal del wifi podría mejorar.

La casa es un lugar ideal para disfrutar en familia, con un ambiente acogedor y un trato tan cercano que te hace sentir como en casa. Además, Ana se asegura de que no falte nada, desde una cena exquisita hasta desayunos abundantes con productos frescos. Las vistas son simplemente espectaculares, y tuvimos la oportunidad de hacer senderismo en los impresionantes alrededores.

Mi mujer dice que las áreas de juego para los niños podrían ser mejores.

Entorno natural sublime, vistas impresionantes, parking seguro para motos

La iluminación para leer en la habitación podría ser mejor, especialmente en la cama!!! Además, la cena debería ser informada al reservar, no me gusta llegar y enterarme de lo que me están sirviendo!!!

Ubicación espectacular, rodeada de naturaleza. Ana, la anfitriona, un amor, se siente como en casa. Las comidas son de otro nivel, todo muy sabroso. Lo único es que el wifi va un poquito lento, pero eso no afecta la paz del lugar.

desayunos que son una delicia

comida deliciosa, atención excepcional

wifi lento

la ubicación es agradable y tranquila, ideal para desconectar. el wifi es un poco lento.

La habitación fue bastante amplia y cómoda, con una terraza que daba un plus. La limpieza era impecable, lo cual siempre se agradece. El ambiente era acogedor, parecías estar en casa. La única cosa a señalar es que el wifi era un poco lento, pero bueno, entiendo que es un pueblo y eso pasa. Pero en general, dormí genial y me sentí muy relajado.

volvería

Ana nos hizo sentir como en casa. El desayuno era abundante con pan de verdad y mermeladas caseras. Teníamos una habitación con terraza, todo muy limpio y cuidado. Lo mejor fue la cena con botillo y pulpo, ¡riquísimo! Perfecto para desconectar en un entorno lleno de paz.

Este lugar es una auténtica joya. La atención de Ana es insuperable y su comida, un deleite, ¡esos pimientos y la tortilla de patata son de otro mundo! Cada rincón está cuidado con esmero, y las vistas son simplemente espectaculares. Un descanso perfecto rodeado de naturaleza.

La cena fue sublime, especialmente las natillas. Aunque la iluminación para leer en la cama podría ser mejor, la experiencia general fue maravillosa.